Servidor se ha pasado a la BBC. No de forma oficial, pero sí en los ratos libres que le deja el trabajo que le da de comer.
Los que han seguido el proceso de edición saben para su desgracia -porque en los últimos meses no he sabido hablar de otra cosa- que ha sido largo, y en ocasiones agónico. Pero creo que al final ha quedado un vídeo de lo más resultón:
FICHA TÉCNICA:
Fecha: marzo de 2010.
Música: «Everybody’s gotta learn sometimes» de Beck.
Formato master: Avi DV. Resolución 720×576 píxeles.
Todos los que de niños fuimos a un colegio religioso –en mi caso fueron tres, de tres congregaciones distintas– tenemos el recuerdo de los vídeos que nos proyectaban en las clases de religión. A todos mis compañeros se les arruinaba la mañana cuando tocaba visionar uno de esas cintas, y aprovechaban para dormir o dar por culo. Yo los miraba extasiado, embadurnándome del surrealismo que contenían. Me preguntaba quiénes serían sus guionistas y directores y qué les pasaba por la cabeza mientras realizaban el proyecto. ¿Eran auténticos fieles convencidos del poder adoctrinador de los medios, o en cambio sólo pasaban por ahí y para ellos no era más que otro encargo alimenticio más?
Todo ésto viene porque de casualidad he encontrado uno de estos vídeos, y me ha maravillado. De una facturación exquisita, no puedo dejar de destacar una genuína fotografía amarillo vhs, unos flashbacks desgarradores, y un doblaje al español latino digno de cualquier clásico de Disney.
Para los que nunca hayan visto un vídeo de éstos, les parecerá una versión aburrida de los documentales presentados por Troy McClure en los episodios de los Simpsons. Para los que se hayan tragado cientos, como yo, les devolverá a una época de sus vidas en las que fueron inmensamente felices, o por el contrario, no sabían ni de dónde les caían las hostias.
Aunque el vídeo fue publicado hace ya un año, ya es hora de que tenga una entrada propia en este blog.
Pensé que sería una buena idea hacer un montaje del director, para mejorar el contraste de algunas imágenes, eliminar pequeños errores, y subirlo a YouTube con una mejor calidad, pero hace poco ellos mismos se encargaron de mejorar el bitrate considerablemente -para ello hay que elegir la opción de verlo a alta calidad-.
Así que de momento se queda como está, al menos hasta que me decida a lanzar la edición de coleccionista en dvd.
Ayer fui a verla al cine lleno de ilusión y con la mente abierta.
Vergonzosa. Indignante. Y no me refiero a que Indy esté ya viejete, eso es lo de menos. Es que un chimpancé tuerto y atiborrado de morfina habría sabido crear una trama más digna.
Estoy pensando seriamente en denunciar a Spielberg y Lucas por destrozar un mito de una manera tan sangrante. Les llevaré a los tribunales para que les obliguen a catalogarla como película apócrifa. Y que cambien el título por «Alabama Jones», por ejemplo.
Y si no lo consigo, intentaré borrarla de mis recuerdos. Haré un ejercicio de memoria selectiva, y cuando piense en la saga, sólo recordaré tres películas.
actualización (16 de octubre de 2008)
Parece que no soy el único que lo piensa, los creadores de South Park también dieron su educada opinión:
El 7 de julio (¡San Fermín!) comenzamos este señor viaje. 28 días para ir desde Pekín a Riga en tren, atravesando China, Kazajstán, Uzbekistán, Rusia y Letonia. Una de las muchas bifurcaciones de la Ruta de la Seda, hablando en plata. Si Phileas Fogg y Marco Polo se hubieran ido de copas alguna vez, este viaje habría sido el órdago que se hubieran lanzado mutuamente antes de vomitar por cada esquina. Le tengo ya echado el ojo a una cámara de alta definición, así que el documento gráfico resultante puede ser impactante y/o tenebroso cuanto menos. Antes, toca conseguir todos los visados. Jodidísimo. Es lo único que puedo decir por el momento.
Una cámara DV. Un trípode de unos 25 euros. Un paseo en coche a cinco kilómetros de casa. Mi novela inacabable. Unos días de grabación y otros tantos de edición, y una canción de Iván Ferreiro. Siempre Iván ferreiro. Éste es el resultado (gazapo incluído):